El Papa Francisco ha pedido que el uso de la Inteligencia Artificial (IA) esté iluminado por la "sabiduría cristiana", al recibir el 10 de mayo de 2024 en el Vaticano a una delegación de la Red Internacional de Sociedades de Teología Católica. El pontífice argentino dirigió su discurso a los participantes durante una mañana repleta de nueve reuniones.
En el texto hecho público -que el Papa no pronunció- afirma que "necesitamos la teología" para hacer frente a los desafíos planteados por el progreso tecnológico y científico. Refiriéndose en particular a la inteligencia artificial (IA), el Papa anima a estudiar "para comprender lo que es humano, lo que es digno del hombre, lo que en el hombre es irreductible".
"La teología debe ser capaz de acompañar a las ciencias y a todo el saber crítico, ofreciendo su propia contribución sapiencial", insiste el jefe de la Iglesia católica. Y subraya la reciprocidad entre las distintas disciplinas: "[La teología] 'escucha' los descubrimientos de otros saberes para profundizar las doctrinas de la fe, al tiempo que ofrece la sabiduría cristiana para el desarrollo humano de las ciencias".
El rápido desarrollo de la inteligencia artificial es una de las preocupaciones recientes de la Santa Sede. Francisco ha dedicado recientemente varios mensajes -incluido uno para la Jornada Mundial de la Paz del 1 de enero- a este tema. En su mensaje para la 58ª Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, advirtió contra el "espectro de una nueva esclavitud" impuesta por los algoritmos.
Próximamente, el Papa Francisco participará en la cumbre del G7 que Italia organiza del 13 al 15 de junio en la ciudad de Bari, interviniendo en una sesión dedicada específicamente a la inteligencia artificial.
Desde 2020, la Pontificia Academia para la Vida promueve el "Llamamiento de Roma por una ética de la inteligencia artificial", un documento que aboga por el desarrollo de tecnologías más transparentes, inclusivas, socialmente beneficiosas y responsables.
Una mañana ajetreada para el Papa
Este encuentro con la Red Internacional de Sociedades Teológicas Católicas se produjo en una mañana muy ajetreada para el Pontífice, de 87 años. A primera hora de la mañana, abandonó el Vaticano para intervenir en los Estados Generales de la Natalidad -un evento diseñado para impulsar los nacimientos en Italia- en el auditorio de Via della Conciliazione. De regreso al Palacio Apostólico, recibió a dos cardenales, dos nuncios apostólicos y un representante budista, antes de continuar con tres delegaciones.
En su discurso ante un instituto litúrgico español, el jefe de la Iglesia católica criticó el "rubricismo" litúrgico, es decir, la actitud que presta una atención exagerada a las reglas de los ritos. El rubricismo, añadió, impide "la unión del hombre con Dios", sin la cual la liturgia se convierte en "una aberración".
