Angelina Pirini era una joven italiana que dedicó toda su juventud y energía al apostolado. Se dedicaba -con total entrega- a la educación de las niñas y, con ternura, sensibilidad y bondad, procuraba su formación cristiana y a menudo les hablaba de Dios.
"Qué hermoso es hablar a las almas del Amor", subrayaba.
Afectada por una grave enfermedad que le causó gran sufrimiento, Pirini tuvo experiencias místicas. Dios le mostró varias escenas de la Pasión de Cristo y ella anotaba minuciosamente todas sus experiencias espirituales en un cuaderno.
Conoce más sobre esta joven que venció pruebas de fe muy profundas y que, durante dos meses, se alimentó exclusivamente de la Eucaristía.