Con frecuencia se dice que la Biblia es una carta de amor a la humanidad, y a lo largo de sus páginas se entretejen diversas imágenes matrimoniales que describen al pueblo de Dios como la novia y a Jesús como el Esposo. ¿Qué relación tiene con san Juan Bautista?
San Juan Pablo II escribió sobre esta imaginería esponsal en su Carta a las Familias, ayudando a arrojar algo de luz sobre este lenguaje bíblico:
"Conversando un día con los discípulos de Juan, Jesús habla de la invitación a una boda y de la presencia del esposo entre los invitados: 'el Esposo está con ellos' (Mt 9,15). De este modo indicaba la realización en su propia persona de la imagen de Dios Esposo, que ya había sido utilizada en el Antiguo Testamento, para revelar plenamente el misterio de Dios como misterio de Amor".
Y añade: "Al describirse a sí mismo como 'Esposo', Jesús revela la esencia de Dios y confirma su inmenso amor por la humanidad".
La historia de la salvación es una historia de amor, una historia en la que Dios nos persigue y llama a nuestra puerta, esperando que le dejemos entrar.
Amigo del Novio
San Juan Bautista llama explícitamente a Jesús Esposo y se identifica como su amigo:
Juan respondió: "Nadie puede recibir nada sino lo que le es dado del cielo. Ustedes mismos me dan testimonio de que he dicho: Yo no soy el Cristo, sino que he sido enviado antes que él. El que tiene la novia es el novio; el amigo del novio, que está de pie y le oye, se alegra mucho a la voz del novio; por eso, esta alegría mía es ya plena. Es necesario que él crezca, pero que yo disminuya".
Juan 3, 27-30
Un aspecto interesante del título "amigo del Esposo" es que inmediatamente trae a la mente al Esposo, que es precisamente lo que San Juan Bautista querría que ocurriera.