A menudo, al leer la vida de los santos, podemos descubrir un poco sobre su propia vida espiritual y sobre los santos que los inspiraron. Santa Rosa de Lima, por ejemplo, era devota del apóstol san Bartolomé.
Sufrimiento doloroso
El Papa Benedicto XVI explicó por qué santa Rosa de Lima se sintió atraída por san Bartolomé en una audiencia general que pronunció en 2008:
"Murió a los 31 años, en 1617, tras una corta vida llena de privaciones y sufrimientos, en la fiesta del apóstol san Bartolomé, de quien era profundamente devota porque había sufrido un martirio especialmente doloroso".
A lo largo de su vida, santa Rosa buscó el sufrimiento y llevó a cabo severas penitencias, como abstenerse de comer carne durante el resto de su vida. También se dedicó a diversos tipos de mortificaciones físicas, buscando la incomodidad de cualquier forma posible.
La gracia después de la tribulación
El Papa Benedicto XVI relató una de sus citas populares que ayuda a explicar su amor por el sufrimiento: "Si los seres humanos supieran lo que es vivir en gracia, ningún sufrimiento les asustaría y sufrirían con gusto cualquier dificultad, porque la gracia es fruto de la paciencia".
También explica sus pensamientos en un fragmento de su escrito que se encuentra en el Oficio de Lecturas, destacando una revelación privada que tuvo de Jesús:
"Nuestro Señor y Salvador alzó la voz y dijo con incomparable majestad: 'Sepan todos los hombres que la gracia viene después de la tribulación. Que sepan que sin la carga de las aflicciones es imposible alcanzar la altura de la gracia. Que sepan que los dones de la gracia aumentan a medida que aumentan las luchas. Que los hombres tengan cuidado de no extraviarse y ser engañados. Esta es la única escalera verdadera al paraíso, y sin la cruz no pueden encontrar ningún camino para subir al cielo'".
Aunque santa Rosa murió en la fiesta de san Bartolomé, que es el 24 de agosto, la fiesta de Santa Rosa es el 23 de agosto. Esto permite a la Iglesia celebrar a ambos santos, que estaban unidos en su sufrimiento lleno de gracia.