En medio del horror de la guerra de Ucrania, del frío y de la nieve, los niños que alcanzan la frontera con Polonia encuentran a un hombre que les devuelve la alegría. Es un voluntario de The Dream Doctors Project, una organización israelí que ha desplazado a payasos -como lo oyen, médicos que hacen de payaso- para atender a los pequeños.
La primera medicina que se aplica a los pequeños es la sonrisa. Una nariz de plástico, un gag, una piruleta, una pelota... las pequeñas ocurrencias de un clown sirven para devolver la alegría al rostro de estos niños que han recorrido kilómetros a pie. Muchos de ellos van con sus madres o algún familiar, pero algunos no. Han oído bombardeos, han visto soldados, caras de horror, quizá heridos o muertos... Ahora están a salvo.
Los médicos-payaso han aportado a esta desgracia a la que estamos asistiendo en pleno siglo XXI en Europa un respiro, un motivo de esperanza. Nos hace seguir rezando y luchando para que la guerra acabe y estos niños que son el futuro encuentren la paz.
La corresponsal de guerra Almudena Ariza, que está dando información diaria a Televisión Española, quedó impactada con la presencia de los payasos:
Gracias por este signo de acogida que les dan en el lenguaje más internacional que existe, el de la fraternidad.
El señor Enric Bernat, fundador de Chupa Chups hace más de 70 años, estaría muy orgulloso de ver las piruletas que inventó contribuyendo a devolver la alegría a los más inocentes.