Sin saber por qué, elige el famoso puente Golden Gate en San Francisco, un puente en realidad también conocido por ser elegido por miles de personas suicidas.
Kevin padecía de una fuerte depresión, ya había tenido dos intentos de suicidio previos, y en aquel momento había nacido su bebé prematura.
No sabía cómo mantener a su hija, ni cómo pagar una cuenta de 250.000 dólares por los cuidados en neonatología. Había perdido el trabajo hacía poco.
Y es así como se encontró al borde del enorme puente, a 75 metros de altura con una camiseta y pantalón corto. Abajo solo veía la inmensidad de las aguas heladas.
Como muchos suicidas desde la inauguración del puente en 1937, podía morir en el fuerte impacto que causa la caída de cuatro segundos desde aquella altura a unos 120 km/h. Y si sobrevivía al impacto inicial, como ha sucedido con el 5 por ciento de casos, moriría por ahogamiento o por hipotermia.
El ángel de la guarda
Pero todo eso no sucedió, porque acudió un "ángel de la guarda", el oficial Kevin Briggs, que se acercó hacia Berthia y simplemente lo escuchó. Solo lo escuchó por más de 90 minutos, sin hacer promesas que no podía cumplir.
Porque como el mismo Briggs dijo en un TED, “hay que escuchar para poder entender” y fue esta la clave que llevó al oficial a salvar cientos de vidas del suicidio en dos décadas, y se ganó con justa razón la nominación del "ángel guardián del Golden Gate".
Berthia comentó en una ocasión que en ese momento solo necesitaba ser escuchado y alegó:
"No puedo creer que en este momento son 8 millones de personas en el planeta que se sienten completamente solas y todos podemos unirnos para ayudar, ya que tenemos dos oídos y un corazón."
Aunque si, como dijimos antes, el Golden Gate tiene la mala fama de ser el “puente de los suicidios” desde que se construyó y por mucho tiempo esos suicidios fueron una “normalidad de casi todos los días”, nadie hablaba sobre esto.
La impactante foto de Briggs que escucha atentamente a Berthia desde el borde del puente hizo abrir los ojos a muchas personas. Hizo tomar conciencia de lo que estaba sucediendo. Luego de lo sucedido, Briggs y Berthia se hicieron grandes amigos y fundaron asociaciones para la prevención del suicidio.
Bridgewatch Angels, la red que salva
Hoy una red de voluntarios (entre ellos Berthia), llamada Bridgewatch Angels. Caminan por el largo puente para ayudar a las autoridades en la detección de posibles intentos de suicidio.