Antoine, un empresario de 51 años de Burdeos, sintió que su vida ya no podía cambiar. Soltero, y con algunas heridas emocionales profundas en su equipaje, no veía posible casarse a esa edad y formar una familia con felicidad.
Inconscientemente, tenía miedo de entablar una relación romántica. Bajo cualquier pretexto, detenía todo en cuanto sentía que podía enamorarse.
"Durante mucho tiempo sentí un verdadero bloqueo para dar un paso hacia una relación que me llevaba a 'arriesgarme' a tomar un camino serio. Con el tiempo me convencí de que, en cualquier caso, no podía renunciar a mi libertad para gestionar mi vida por mi cuenta", confiesa a Aleteia.
¿Hay una edad ideal para casarse?
Para Camille Rochet, psicóloga y terapeuta de pareja, la respuesta es "no":
"Claro, dicen que las grandes decisiones de la vida se toman antes de los 30 años. Sí, puede ser más sencillo, en particular por el reloj biológico de la mujer para tener hijos. Pero, aparte de esta angustia, no que hay una edad ideal para casarse. Es una pregunta personal. Antoine y Laure parecen estar listos para casarse y formar una familia recién ahora, a los 50 años", subraya.
"Las personas de 40 y 50 años son más capaces de arreglar sin problemas los conflictos entre sus propias necesidades y las de sus cónyuges".
La psicóloga suiza Gisela Labouvie-Vief realizó un estudio con personas mayores de 45 años que le permitió identificar ocho características. Reflejan, entre otras cosas, una mayor capacidad para crear una pareja feliz. Según ella, las personas de 40 y 50 años pueden arreglar mejor los conflictos entre sus propias necesidades y las de sus cónyuges.
Tres consejos para estar listo para comprometerse
Por supuesto, existen obstáculos reales en el caso de un matrimonio a esta edad. En particular, cuando las dos personas están demasiado asentadas en su vida anterior, con su propia rutina y estilo de vida.
No siempre es fácil abandonarla en favor de las responsabilidades y limitaciones familiares. Con el matrimonio, ambas personas tienen que sacudir sus vidas arraigadas. Casualmente, para algunas personas, dejar la vida atrás puede ser complicado. Se necesita mucho trabajo para hacer bien esta transición a la nueva vida juntos.
La especialista Camille Rochet, nos comparte tres infalibles consejos:
1PREPÁRATE PARA CUESTIONAR TODO
Muchas parejas que se casan tarde se conocen a través de las redes sociales, sitios de citas o en un círculo más amplio. Por lo tanto, entre los dos cónyuges, a menudo hay diferencias de origen, ambiente o cultura, que pueden causar malentendidos.
Es fundamental prestarles atención, aceptarlos y gestionarlos en el día a día. Estar dispuesto a cuestionarse completamente para acoger al otro es esencial para un matrimonio exitoso.
2ESTAR DISPUESTO A RENUNCIAR A LOS NIÑOS
El reloj biológico de la mujer es el verdadero problema del matrimonio tardío. Las posibilidades de tener hijos son menores que para las parejas jóvenes. Esta presión puede provocar bloqueos (miedo a no tenerlo) y/o sufrimiento (conciencia de no poder tenerlo), difíciles de gestionar para la pareja. Es importante hablar de ello antes de la boda y pensar en una visión de la pareja fructífera quizás de otra manera.
3ESTar PREPARADO PARA ADAPTARSE ESPIRITUALMENTE
En el matrimonio tardío, los dos cónyuges llegan cada uno con su historia de vida de fe. Todos han crecido en su vida espiritual a su manera. A veces uno tiene una intensa vida de oración, el otro está lejos, más bien cuestionando y dudando.
Es importante reflexionar juntos sobre las diferencias y ver cómo acomodar el camino del otro con flexibilidad. Ajustarse suavemente y conectarse espiritualmente respetando la libertad interior de cada uno.