separateurCreated with Sketch.

Fe en la universidad: trucos para mantenerla y fortalecerla

La etapa de la universidad puede ser de gran crecimiento personal.

whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Michele McKenna - publicado el 07/09/22 - actualizado el 25/09/23
whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Los nuevos retos que conlleva esta etapa pueden ser una oportunidad para crecer, no solo en lo académico, sino también en la fe

La universidad es una etapa de mucho crecimiento académico y personal. Las responsabilidades crecen, la vida laboral comienza, los amigos y puntos de vista a los que se enfrentan los jóvenes se diversifican y, en general, suceden muchos cambios a los que hay que adaptarse.

En adición a ello, para los jóvenes que cambian de residencia para continuar con sus estudios, esta es la primera experiencia prolongada de vivir fuera de casa. Sin mamá y papá mirando, existe la oportunidad de tomar decisiones por propia cuenta.

Ante las importantes elecciones sobre cómo estudiar, qué amistades valdrán la pena y cómo continuar practicando la fe, la madre de familia y directora de admisiones, Michele McKenna, comparte algunas de sus observaciones que podrán ayudarte a crecer tu fe en la universidad.

Únete a la pastoral universitaria

Si tu escuela es católica, el departamento de pastoral o ministerio del campus será una excelente manera de conectarte con misas, sacramentos, retiros, oradores, clubes y otras oportunidades para aprender más sobre tu fe. La pasión compartida por la fe católica es un excelente punto de partida para la amistad, por lo que podrías encontrar amistades afines a ti mucho más fácilmente.

Si tu escuela no es católica, averigua si hay un Centro Newman en el campus (o una agrupación similar). Muchos de estos centros son comunidades católicas prósperas que se han establecido intencionalmente en campus no católicos. Incluso puedes formar tú mismo un grupo universitario si descubres que hay alguien más que, como tú, tiene esa inquietud.

STUDENT-LIFE

Participa con tus clases

No solo eres católico cuando vas a la iglesia, ¡eres católico todo el tiempo! Cuando te acerques a tus estudios, hazlo con el lente de la fe. ¿Cuál es la perspectiva católica sobre lo que estás aprendiendo en la clase de historia o biología? 

Aporta un punto de vista católico comprometido y reflexivo a las lecturas y debates en el aula. Si no estás seguro de lo que enseña la Iglesia sobre algún tema en particular en tus clases, considéralo como una invitación para investigar un poco y hacer algunas preguntas. ¡De eso se trata la vida universitaria! Aprendizaje real en la vida real.

Comienza un voluntariado

Como católicos, creemos que estamos destinados a amar y servir a los demás en el mundo. Jesús mismo nos lo enseña en el Evangelio: “Entonces, sentándose, llamó a los Doce y les dijo: «El que quiere ser el primero, debe hacerse el último de todos y el servidor de todos».” (Mc 9 :35)

Hay innumerables oportunidades para ser voluntario en los campus universitarios. Averigua si hay un grupo que trabaje por una causa con la que te identifiques e inscríbete. Si no ves una causa que te apasione y promueva el bien que deseas hacer en la sociedad, ¡quizás sea hora de que lideres una nueva iniciativa!

Conviértete en un líder

La universidad es un buen momento para descubrir qué tipo de trabajo te gusta y en qué podrías ser especialmente bueno. Busca formas de servir a otros en el campus, asumiendo roles de liderazgo en algunas de estas áreas. ¿Eres una persona especialmente organizada? Puedes hacerte cargo de los planes para organizar un retiro en el campus o invitar a un orador católico. Si tienes buenas habilidades para hablar, puedes asumir el liderazgo en el club de debate. Si eres bueno en los deportes, podrías organizar un torneo de baloncesto. Llegar a ser más plenamente la persona que Dios te hizo ser es una excelente manera de crecer en tu vida de fe.

Expande tus horizontes

Muchas universidades tienen programas de viajes académicos durante las vacaciones de fin de curso o intercambios para estudiar en el extranjero. Visitar nuevos lugares y aprender más sobre el mundo y las culturas más allá de tu ciudad natal es una forma maravillosa de crecer en la apreciación de la universalidad de tu fe católica. A medida que crezca tu visión del mundo, conocerás a otros y tendrás la oportunidad de compartir tu fe de nuevas maneras. 

Una de las cosas más maravillosas de la vida universitaria es que es una oportunidad para profundizar más en tu fe y realmente hacerla tuya. ¡No te lo pierdas! Pasa tus años universitarios manteniendo y aprendiendo más sobre el don incalculable de la fe católica.

GARE-TGV-shutterstock_1493454743

– Michele McKenna es directora de admisiones de Magdalen College, una universidad de artes liberales ubicada en las montañas de Warner, New Hampshire (Estados Unidos), que prepara a los estudiantes para “remar mar adentro”.

¿Te ha gustado leer este artículo? ¿Deseas leer más?

Recibe Aleteia cada día.

Apoye Aleteia

Usted está leyendo este artículo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelización, que se llama Aleteia.  Le presentamos Aleteia en números para darle una idea.

  • 20 millones de lectores en todo el mundo leen Aletiea.org cada día.
  • Aleteia se publica a diario en siete idiomas: Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Polaco, y Esloveno
  • Cada mes, nuestros lectores leen más de 45 millones de páginas.
  • Casi 4 millones de personas siguen las páginas de Aleteia en las redes sociales.
  • 600 mil personas reciben diariamente nuestra newsletter.
  • Cada mes publicamos 2.450 artículos y unos 40 vídeos.
  • Todo este trabajo es realizado por 60 personas a tiempo completo y unos 400 colaboradores (escritores, periodistas, traductores, fotógrafos…).

Como usted puede imaginar, detrás de estos números se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelización para cada persona, sin importar el país en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su contribución, por más pequeña que sea, lleva solo un minuto.

banner image
Top 10
See More
Newsletter
¿Te ha gustado leer este artículo? ¿Deseas leer más?

Recibe Aleteia cada día.