separateurCreated with Sketch.

Las 3 palabras que debes saber para ayudar a alguien a bien morir

whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Mónica Muñoz - publicado el 03/08/23
whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Cuando nos encontramos en una situación de emergencia y no hay sacerdotes cerca, estas tres palabras pueden hacer la diferencia para entrar al cielo

Es poco probable no conocer al padre Jorge Loring Miró, sacerdote jesuita de origen español que falleció hace algunos años y que, sin embargo, sigue presente en  las redes sociales porque fue un incansable evangelizador y apasionado apologeta y defensor de la doctrina católica. 

Siempre vestido de negro y cuello clerical, era fácil reconocerlo, no solo por su aspecto físico, sino por su amor a la Eucaristía, sus catequesis, sus potentes conferencias y sus libros, entre ellos el más exitoso: Para Salvarte que se ha convertido en lectura obligada para quienes desean profundizar en el conocimiento de la fe.

1La salida de emergencia

Una de sus ponencias más impactantes era en la que exponía la forma en que se podía preparar a una persona para bien morir, haciendo un acto de contrición perfecto, lo que él llamaba la «salida de emergencia», es decir, el perdón de los pecados sin sacerdote, solo en tres palabras: «Dios mío, perdóname», pensando en que hay que estar preparados porque en cualquier momento la muerte puede sorprendernos.  

El P. Loring decía, entonces, que la esencia del acto de contrición es pedir perdón a Dios por amor. Después, con su peculiar estilo, desmenuzaba cada término: 

«El amor está en el MÍO. El posesivo MÍO es amoroso. Cuando una madre le dice a su niño “cielo mío” es porque lo ama. Pero una madre no le dice a su niño: “cielo de Constantinopla”. Eso será geografía o meteorología, pero no amor. “Cielo mío” sí es amor. El amor está en el MÍO» .

Así pues, decía que cuando repetimos «Dios mío, perdóname», estamos pidiendo a Dios, a quien amamos, que perdone nuestros pecados. Así resumía el acto de contrición perfecta, hecha por amor a Dios, la cual recomendaba realizar en momentos específicos.

2No sabes si volverás a despertar por la mañana

La recomendación del padre Loring es la siguiente: «Este acto de contrición, en tres palabras, suelo recomendar rezarlo todas las noches, después de las tres avemarías antes de acostarse. Por dos razones: Una, para que nos acordemos de hacerlo, en caso de peligro. Si lo repites a diario, no lo olvidas. Y otra, por si nos morimos esa noche. Esto es posible, aunque no sea probable. Pero muchos se acostaron haciendo planes para el día siguiente, y no volvieron a despertarse».

3Ayudar a bien morir a alguien

En una de sus conferencias, el P. Loring agregó que también podía servir para ayudar a una persona a bien morir, haciendo esto cuando no haya sacerdote que pueda confesar al moribundo: repetir con el agonizante tres veces “Dios mío, perdóname” o incluso, decirlo si la persona acaba de fallecer.  

Seguramente este apóstol de Cristo de nuestro tiempo hizo todo bien, porque murió el 25 de diciembre de 2013, a la hora de la misericordia. Demos gracias a Dios por su vida y testimonio.

¿Te ha gustado leer este artículo? ¿Deseas leer más?

Recibe Aleteia cada día.

Apoye Aleteia

Usted está leyendo este artículo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelización, que se llama Aleteia.  Le presentamos Aleteia en números para darle una idea.

  • 20 millones de lectores en todo el mundo leen Aletiea.org cada día.
  • Aleteia se publica a diario en siete idiomas: Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Polaco, y Esloveno
  • Cada mes, nuestros lectores leen más de 45 millones de páginas.
  • Casi 4 millones de personas siguen las páginas de Aleteia en las redes sociales.
  • 600 mil personas reciben diariamente nuestra newsletter.
  • Cada mes publicamos 2.450 artículos y unos 40 vídeos.
  • Todo este trabajo es realizado por 60 personas a tiempo completo y unos 400 colaboradores (escritores, periodistas, traductores, fotógrafos…).

Como usted puede imaginar, detrás de estos números se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelización para cada persona, sin importar el país en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su contribución, por más pequeña que sea, lleva solo un minuto.

banner image
Top 10
See More
Newsletter
¿Te ha gustado leer este artículo? ¿Deseas leer más?

Recibe Aleteia cada día.