Janez Novak, de Koroška Biała, de 90 años y padre de cuatro hijos, es un señor muy especial. Con sus canas, que parecen una corona de sabiduría, y sus manos, visiblemente marcadas por años de trabajo, se ha convertido en un auténtico héroe. A pesar de su avanzada edad, hoy sigue siendo peluquero, y un hombre que disfruta con su trabajo.
Cada mañana, equipado con sus herramientas de peluquería, entra en su pequeño salón, que se ha convertido en un centro de agradables charlas y tertulias. Aunque las tendencias de la moda han cambiado a lo largo de los años, John se ha mantenido fiel a su estilo inconfundible. Su curiosidad por la vida y su amor por la gente son contagiosos, lo que hace que su salón sea aún más familiar.
Ya en 1947 comenzó a practicar deporte, en el que permaneció como gimnasta durante 20 años. Participó en los campeonatos nacionales de Skopje y Split en la entonces tercera categoría de gimnasia y quedó tercero. También enseñó gimnasia general y de herramientas a niños.
¿Dónde empezó todo?
Janez vivió en el otro extremo del pueblo hasta que se casó. "Entonces compré la casa en la que estamos ahora y abrí mi propia peluquería. Llevo más de 50 años viviendo y trabajando aquí", dice.
75 años de pasión por la profesión de peluquero
Esto es solo el principio de una conversación que revela las raíces de Janez Novak, maestro peluquero. "Llevo 75 años en esta profesión", dice con orgullo en los ojos.
"Mi padre solía decir: 'no vayas al 'fabrko ankar', es un trabajo duro'. Mi hermano estaba en el ejército y también me dijo que me hiciera peluquero. Entonces terminé la escuela y empecé a trabajar. Me encantaba hacer este trabajo y sigo haciéndolo ahora".
Cambios en el sector de la peluquería a lo largo de los años
Después de tantos años en la profesión, ha presenciado muchos cambios de estilo y tendencias. "Se han hecho fuertes diferencias. Al principio, los hombres se afeitaban mucho. Sobre todo los sábados, cuando se afeitaban antes de la Misa del domingo. También se hizo muy popular el peinado 'bombín'. Antes decían que era un peinado feo, pero ahora está de moda.
Las permanentes eran lo más popular entre las mujeres, pero ahora sólo quieren un corte de pelo. Cuanto más liso es el pelo, más les gusta. Incluso las que son rizadas por naturaleza quieren un peinado liso".
Una larga carrera llena de historias y recuerdos interesantes
Por supuesto, una entrevista con un peluquero de larga trayectoria no estaría completa sin anécdotas e historias interesantes. "A veces ocurría que alguien miraba demasiado al cristal, y entonces le afeitaba un poco más fuerte", dice riendo. "También había comerciantes de Zagreb, que trabajaban en Jesenice, que se afeitaban conmigo. Se afeitaban cada dos días, porque tenían que mantener la tienda muy ordenada".
Enlace a Franco Košir
También afeitaba y cortaba el pelo al músico esloveno Franco Košir. Como trompetista, se unió al cuarteto Gorenjska, que más tarde cambió su nombre por el de Avsenik Brothers Ensemble. "Vivíamos en la misma casa. Éramos buenos amigos, a veces incluso nos peleábamos".
Peinados maestros
"¿Cuál es el peinado más complicado o único que te has hecho?", le pregunta Aletea. "Lo llamo el peinado vertical. Incluso necesité un examen de maestría para hacerlo. Lo aprobé en Kranj. Lo hicimos tres, pero uno se cayó. Teníamos que cortar el pelo solo con tijeras y peine, nada con maquinilla, como hoy".
Mantener la pasión y la salud
"Si te apasiona, te gustará aún más hacerlo", dice. "Sigo abriendo el salón a las ocho de la mañana. Un día tengo muchos clientes, otro más o menos, según el día".
Dicen que los peluqueros también son buenos psicólogos. ¿Qué ha aprendido de sus clientes a lo largo de los años? "En primer lugar, cómo hay que seducir a la vida para vivir bien. Hay que trabajar mucho. Si quieres a tus clientes, ellos te quieren a ti. Te devuelven el trabajo y eso es una bondad. Y hay que reírse mucho y verlo todo positivamente".
"Todavía no es hora de 'jubilarse'", dice. "Cuando trabajo, el día pasa más rápido y mejor. Me gusta charlar un poco y socializar. Ahora me limito a cortar el pelo a mis colegas y compañeros de trabajo".
Una receta para una larga vida
Janez también compartió con Aleteia su receta para una larga vida y un estilo de vida saludable: "Vivo con normalidad. Nada me hace daño. Siempre me he atenido al principio de que hay que caminar al menos tres kilómetros todos los días. Daba clases de gimnasia general e instrumental a mis hijos y me movía mucho. Tenía tres grupos cada tarde, que eran tres horas. Ahora mi cuerpo muestra gratitud porque fui diligente.
Paso a menudo por delante del gimnasio donde daba clases. Ahora está todo desierto. Eso me entristece. Los niños deberían moverse más. También tengo mi propio huerto, que sigo cultivando yo mismo. Lo que más me gusta es la lechuga".
Janez también es muy activo en las filas del canto. "Participo en dos coros que dirige mi hijo: uno mixto en Kranjska Gora y otro masculino en Jesenice. También canto en la iglesia, como bajo y tenor. Estoy bien, ¡demasiado bien!" concluye con una sonrisa.
¡Que estas ganas de vivir le acompañen durante mucho tiempo!