"Los salmos no pierden su eficacia por la repetición", dijo el Papa Francisco durante la audiencia general que presidió el 19 de junio de 2024 en la Plaza de San Pedro de Roma. El Papa contó a la multitud que conservaba en su escritorio una edición del libro de los Salmos en ucraniano, que había pertenecido a un soldado muerto en el frente.
Durante este encuentro semanal, el Papa continuó su ciclo de catequesis, iniciado el 29 de mayo, sobre el tema "El Espíritu Santo guía a la Iglesia hacia Cristo". Dedicó esta cuarta meditación al libro de los Salmos de la Biblia, que reúne 150 antiguas oraciones recitadas por el pueblo hebreo y por "todas las generaciones cristianas que nos han precedido".
El Papa Francisco confió que conserva en su escritorio una edición del libro de los salmos en ucraniano, que había pertenecido a un soldado muerto en el frente. Durante la audiencia general del 3 de abril, el pontífice ya había presentado a la multitud el pequeño libro encontrado entre los objetos personales de este joven fallecido en Avdijevka, una ciudad del este del país.
"El chico se llamaba Oleksander - Alexander, [y tenía] 23 años", explicó entonces el pontífice. Oleksander, dijo, "había subrayado el Salmo 129: 'Desde las profundidades clamo a ti, Señor, Señor, escucha mi llamada'". "Ha dejado tras de sí una vida", se entristeció el Papa, lamentando su corta edad.
Oraciones para todos los estados de ánimo
Aunque los salmos "reflejan a veces una situación histórica y una mentalidad religiosa que ya no son las nuestras", reconoció en su catequesis, contienen oraciones "para todos los tiempos". Expresan todos los estados de ánimo y todas las necesidades, aseguró el 266º Papa, citando la alabanza, la acción de gracias, la súplica, el lamento, la reflexión sapiencial, así como "el remordimiento y la culpa, […] el miedo y la angustia".
A continuación, el jefe de la Iglesia católica invitó a los creyentes a no "contentarse con vivir de la herencia del pasado" y a convertirse ellos mismos en "autores de los salmos". Y añadió: "Acostumbraos a rezar con los salmos, os aseguro que al final seréis felices".
El Papa subrayó a continuación que los salmos permiten evitar reducir la oración "a peticiones, a un continuo 'dame, danos…'" y abrirse a "una oración menos centrada en nosotros mismos".
"Es bueno repetirlos y rezarlos durante el día", continuó el pontífice argentino, quien aseguró que "los salmos no pierden su eficacia por ser repetidos, al contrario, se incrementa".