Cuando los bautizados escuchamos la palabra "fieles", podemos preguntarnos, ¿de qué se trata este asunto? porque no basta con decir que somos cristianos, hay que demostrarlo.
Bautizados y fieles
Encontramos en la Enciclopedia Católica una definición que extractamos de esta manera:
"Fieles son los bautizados que se comprometieron a profesar la fe en Jesucristo. Por lo tanto, proclamarán su enseñanza y vivirán de acuerdo a su Ley".
Es costumbre en el rito latino que el Bautismo se administre cuando la persona es aún bebé. Por eso, la figura de padres y padrinos como responsables de la formación en la fe del infante es indispensable.
A través de ellos escuchará la palabra de Dios, entonces podrá responder como dice el Evangelio:
"La palabra de Dios se compara a una semilla sembrada en el campo (cf. Mc 4,14): quienes la oyen con fidelidad y se agregan a la pequeña grey de Cristo (cf. Lc 12,32), esos recibieron el reino; la semilla va después germinando poco a poco y crece hasta el tiempo de la siega".
Fieles de nombre y acción
Ahora bien, conforme crecemos, somos más conscientes de nuestra pertenencia a la Iglesia y del compromiso que hemos adquirido con Cristo:
"La Iglesia, enriquecida con los dones de su Fundador y observando fielmente sus preceptos de caridad, humildad y abnegación, recibe la misión de anunciar el reino de Cristo y de Dios e instaurarlo en todos los pueblos, y constituye en la tierra el germen y el principio de ese reino"
Entonces, quienes saben para qué fueron bautizados, procuran dar un testimonio coherente con lo que creen, porque entienden que otros también creerán a través de sus palabras y ejemplo:
"Todos los fieles, cristianos, de cualquier condición y estado, fortalecidos con tantos y tan poderosos medios de salvación, son llamados por el Señor, cada uno por su camino, a la perfección de aquella santidad con la que es perfecto el mismo Padre".
Ser fieles quiere decir apegarse a Dios y esforzarse en cumplir su voluntad, no lo olvidemos.