"Los bienes materiales no llenan la vida: solo el amor puede hacerlo", explicó el Papa Francisco durante su meditación del Ángelus del domingo 4 de agosto de 2024, ante varios miles de fieles reunidos en la Plaza de San Pedro bajo un sol abrasador. Comentando el Evangelio del día, en el que Jesús nos invita a reflexionar sobre el significado de la multiplicación de los panes y los peces, el Papa nos exhortó a vivir una dinámica de generosidad hacia los demás.
El milagro de los panes y los peces
En este famoso episodio del Evangelio, "la señal era clara: si cada uno da a los demás lo que tiene, con la ayuda de Dios, incluso con poco, todos pueden tener algo", explicó el Papa Francisco.
Sin embargo, el texto evangélico relata que los testigos directos de la escena no entendieron realmente su significado: "tomaron a Jesús por una especie de mago y volvieron a buscarlo, esperando que repitiera el milagro como si fuera magia", recordó el Obispo de Roma.
Al centrar su atención únicamente en los panes y los peces, "no comprendieron que aquello no era más que un instrumento a través del cual el Padre, a la vez que saciaba su hambre, les revelaba algo mucho más importante: el camino de la vida que dura para siempre y el sabor del pan que sacia sin medida", insistió el Papa.
"El verdadero pan, en definitiva, fue y es Jesús"
"El verdadero pan, en definitiva, fue y es Jesús, su Hijo amado hecho hombre, que vino a compartir nuestra pobreza para conducirnos, a través de ella, a la alegría de la plena comunión con Dios y con los hermanos, en la entrega", insistió.
Lamentando los numerosos conflictos familiares por la herencia, el pontífice argentino recordó que "el mensaje del padre y de la madre, su herencia más preciosa, no es el dinero, sino el amor con el que dan a sus hijos todo lo que tienen, como Dios hace con nosotros, y así nos enseñan a amar".
Por ello, el Papa Francisco invitó a todos a no convertirse en "esclavos" de los bienes materiales, sino a utilizarlos "como instrumentos para dar y recibir amor".
Llamamientos por Venezuela y Oriente medio
Al terminar el rezo del Ángelus, el Papa dijo que seguía "con gran preocupación lo que sucede en Oriente Medio" y dijo que esperaba que "el conflicto, ya terriblemente sangriento y violento, no se extienda más".
"Rezo por todas las víctimas, en particular por los niños inocentes, y expreso mi solidaridad a la comunidad drusa de Tierra Santa y a las poblaciones de Palestina, Israel y Líbano", dijo el Papa, invitando también a no olvidar a las víctimas del conflicto en Birmania.
También habló sobre la crisis política en Venezuela y sobre las inundaciones en la India. El primer Papa latinoamericano de la historia se dijo "preocupado por Venezuela, que vive una situación crítica", mientras se estanca el conflicto entre los partidarios del régimen populista de izquierda de Nicolás Maduro, que reivindicó la victoria tras las elecciones presidenciales de julio. El 28 de julio, y los de la oposición liberal, incluida la líder María Corina Machado, a quien se había impedido presentarse a las urnas, aparecieron en público durante una manifestación de alta tensión el 3 de agosto en Caracas.
Si bien los enfrentamientos ya han dejado entre 10 y 20 muertos, el Papa lanzó “un llamado sincero a todas las partes a buscar la verdad, a mostrar moderación, a evitar toda forma de violencia, a "resolver las diferencias mediante el diálogo y tener la verdadera "El bien del pueblo en el fondo y no los intereses partidistas".