Continuando con una larga serie de cartas sobre fenómenos de devoción mariana, el Prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe ha enviado una carta al arzobispo de Mérida-Badajoz (España), Mons. José Rodríguez Carballo, hasta ahora "número dos" del dicasterio vaticano responsable de la vida consagrada. En esta carta, fechada el 22 de agosto de 2024 y tras una audiencia con el Papa Francisco, el cardenal Víctor Manuel Fernández "da voluntariamente su conformidad" a la continuación de esta "experiencia espiritual".
En la carta, titulada "Una luz en España", el cardenal argentino se refiere a la devoción a la Virgen de los Dolores que comenzó en el verano de 1945 en este pueblo español, a partir de "las experiencias espirituales que Marcelina Barroso Expósito y Afra Brígido Blanco tuvieron por separado".
El cardenal argentino explica que Marcelina "vio una forma oscura en el cielo, que otras veces se hacía cada vez más clara, como si fuera la Virgen de los Dolores, con un manto negro lleno de estrellas, sobre un castaño". Sin embargo, a través de un beso en la frente, "lo que más destaca es la presencia de la Virgen que inspira consuelo, ánimo y confianza".
"Cuando la Virgen pidió a Marcelina que caminara de rodillas por un tramo de cáscaras secas de castaño, espinas y piedras afiladas, no lo hizo para hacerla sufrir", explica el cardenal. Al contrario, señala que "esta invitación de la Virgen a confiar en su amor dio a esta niña pobre y sufriente la esperanza y la experiencia de sentirse promovida en su dignidad".
"¿Acaso el sencillo manto de juncos y hierba con el que la Virgen protegió las rodillas de la niña no es una bella expresión de la ternura de María? Fue también una experiencia de belleza, porque la Virgen apareció rodeada de constelaciones luminosas, como las que se pueden admirar de noche en los cielos despejados de los pueblecitos extremeños", añade líricamente.
El cardenal argentino recuerda que tras estas supuestas visiones, las dos mujeres "se dedicaron a obras de caridad, atendiendo en particular a enfermos, ancianos y huérfanos, transmitiendo así a los que sufren el dulce consuelo del amor de la Virgen que ellas habían experimentado".
El Dicasterio para la Doctrina de la Fe no tiene "nada que objetar a esta hermosa devoción", señalando el cardenal que "muchos aspectos positivos testimonian la acción del Espíritu Santo sobre los numerosos peregrinos que vienen de España y Portugal, en las conversiones, curaciones y otros signos preciosos" que se producen en este pequeño santuario de Chandavila.
Por ello, desea que este lugar, "heredero de una rica historia de sencillez, pocas palabras y mucha devoción, siga ofreciendo a los fieles que deseen acercarse a él un lugar de paz interior, de consuelo y de conversión".
Esta carta es una nueva aplicación de las nuevas normas sobre los fenómenos sobrenaturales publicadas el 17 de mayo por el Dicasterio para la Doctrina de la Fe. En el caso de un nihil obstat, como es el de este santuario español, "aunque no se exprese ninguna certeza sobre la autenticidad sobrenatural del fenómeno, se reconocen muchos signos de una acción del Espíritu Santo", por lo que se anima al obispo local a promover "la difusión de esta propuesta espiritual".