Con frecuencia, la falta de entendimiento sobre finanzas en la pareja y una adecuada administración compartida son motivos de conflictos matrimoniales y familiares. Siguiendo algunos principios financieros, podemos ayudarnos -en pareja- a vivir mejor haciendo un buen uso de nuestros recursos.
1Hacer coincidir lo que cada uno valora
Dos personas que marchan por separado pueden, en el largo plazo, terminar separadas y es más saludable no solo tener un fondo conjunto, sino también trazarse los mismos objetivos, partiendo desde una visión ordenada sobre el dinero.
Esto nos lleva a tratarlo como un recurso y no un fin en sí mismo para ubicarlo allí dónde están nuestros valores. "Honra al Señor con tus bienes y con las primicias de todas tus ganancias" (Proverbios 3, 9)
2Elaborar un plan presupuestario
Pónganse como meta elaborar un plan juntos. Un presupuesto es un método que se utiliza para realizar un seguimiento del dinero ganado y gastado; un sistema simple y flexible que nos permite vivir dentro de nuestras posibilidades.
Nos ayuda a aprovechar al máximo el dinero y al mismo tiempo a tomar medidas bien pensadas para alcanzar las metas que son importantes para nosotros como familia.
3Prepararse para la crisis financiera
En una economía tan cambiante es saludable estar preparados para las crisis. Hagan cuanto puedan para cultivar una cultura de ahorro en su matrimonio. Tengan siempre una reserva de efectivo y ahorren dentro de las posibilidades algo de sus ingresos.
Las personas que ahorran y tienen dinero en el banco tienen menos estrés y se sienten mejor consigo mismas. Otra manera de cuidar el dinero es no creando deudas por situaciones que son innecesarias.
4Comprender cómo funciona la economía
No necesitamos tener estudios avanzados o ser economistas, pero sí tener información general y un entendimiento básico sobre el contexto en el cual nos movemos. Esto nos permite hacer mejor nuestra planificación familiar.
Es saludable buscar comprender los impuestos y cómo estos afectan el crecimiento de nuestra inversión, así como también entender la inflación, que es un impuesto silencioso al que solemos prestar muy poca atención.
5Tener en cuenta una planificación avanzada según prioridades
La mayoría de las parejas, sobre todo con el nacimiento de un hijo, sienten el deseo de que alguno de los dos deje su trabajo al menos por algún tiempo para conectarse más con la vida del hogar y los hijos, pero esto se llega a considerar un verdadero lujo.
La verdad es que lo que se requiere es una planificación avanzada para hacer que funcione. Traten de vivir con un solo ingreso, no gastar más que esa cifra y poner otros ingresos en ahorros. Esto es bueno hacerlo al comienzo del matrimonio.
6Comunicarse y definir los roles como equipo
Mantener una buena comunicación sobre las compras y las metas financieras que se han trazado es fundamental. Cada año, hombres y mujeres asisten a seminarios y conferencias para sus negocios.
Parte de la responsabilidad como matrimonio es hacer crecer y nutrir esa relación y hacer todo lo que puedan para aprender a comunicarse mejor. Cuando una pareja sabe comunicarse es capaz de tratar todo tipo de temas, incluyendo los relacionados al dinero.
7Ser generosos en la administración de los bienes que Dios nos ha confiado.
El mejor antídoto contra el materialismo es la generosidad. Al dar no solo se puede hacer un bien a alguien que lo necesita, sino que es un acto que tiene un impacto directo y profundo en uno mismo.
Dios es el dueño de todo y nosotros somos administradores del dinero y de los bienes que nos han sido confiados. Tenemos una responsabilidad y al dar generosamente, el dinero se puede transformar en un verdadero instrumento para el bien.