Había una bella modelo aterrada por el día de su cumpleaños: no podía festejar que pasara un año más de vida y sentir que iba a ir envejeciendo.
Le tenía tanto miedo al paso del tiempo, y sobre todo al deterioro de su cuerpo, que sufría por ello. Tal y como le sucede a muchas personas que ven su rostro en el espejo, con más arrugas.
Aceptar las arrugas de experiencia
Anselm Grün es un monje y sacerdote benedictino que ha sabido conjugar la espiritualidad cristiana con la psicología moderna. Sus obras han sido muy apreciadas y reconocidas por inspirar una mayor espiritualidad en los asuntos mundanos.
Precisamente le ha dedicado un libro al envejecimiento con el fin de ayudar a que las personas aceptemos más nuestra realidad frente al tiempo y lo veamos como algo muy natural e inevitable de la vida, para no caer en la tentación de resistirse a él.
Cada día que pasa
Es una cuestión de creatividad: hacer del paso del tiempo una obra de arte, en vez de un pesar y un lamento cotidiano. Efectivamente, cada día que pasa somos más viejos, y es nuestra decisión verlo como algo negativo o como algo positivo.
Considerarlo negativo tiene que ver con la sensación de que te vas a ver más feo y a perder belleza corporal, o vigor físico; mientras que verlo de manera positiva es ir adquiriendo mayor madurez y estilo personal, al reafirmarse tu personalidad.
Como muchos autores contemporáneos, Grün también enfatiza en la reconciliación con el pasado y nos invita a vivir la plenitud del presente.
Finalmente, tenemos que aprender a vivir reconociendo que iremos perdiendo cualidades con el tiempo, como temas de salud, relaciones humanas, capacidades y oportunidades, para -en vez de quejarnos y sufrir por ello- desarrollar una mayor gratitud y paciencia por el crecimiento personal que vamos adquiriendo con el tiempo.
Envejecer es un arte
Es muy importante comprender que el transcurrir del tiempo es ineludible, y que más vale encontrarle sentido con profunda serenidad para que vivamos con mayor gozo y plenitud el tiempo, en vez de sufrirlo.
En su libro El arte de envejecer Grün propone la idea de mantener una vida activa y no detenerse ni dejar de aprender o de participar en las actividades familiares y sociales con gusto y entusiasmo.
Recomienda hacer toda clase de ejercicios físicos, acorde a la edad; es decir, sin querer hacer lo mismo que se hacía en las edades previas y con un enfoque saludable y creativo.
Una de sus aportaciones más importantes es la de vivir con una mayor espiritualidad, pues una meta fundamental es la paz interior, que se alcanza con un mayor crecimiento interior y serenidad.
Finalmente, se trata de mantener un sabio equilibrio entre el cuidado corporal, la estabilidad mental y un constante desarrollo de la vida espiritual. Y todo esto con una adecuada vida social, de tal manera que se pueda contribuir positivamente algo a la comunidad.
Practica la gratitud
Siempre será mejor practicar la gratitud que el reproche o el reclamo, pues valorar más lo que tienes es la mejor manera de vivir el paso del tiempo.
Así que, independientemente de la edad que tengas ahora, lo mejor es ya no resistirse al paso de los años, y festejar tu cumpleaños como un regalo que nos da la vida.
En realidad, la vida es muy corta para la gran cantidad de cosas que se pueden hacer, y el tiempo nos regala la oportunidad de realizarlas.